Libros sobre temas escabrosos

Estoy convencida de que en la literatura no existen temas para niños y temas para adultos. Temas “complicados” como la muerte, la migración, la violencia, la guerra o la pobreza pueden ser tratados en libros infantiles, aunque puedan ser un reto. El reto está en la maestría con la que el autor los trabaje. La literatura es siempre una herramienta extraordinaria para poder conversar con los niños sobre cualquier tema.

En esta entrada, me gustaría platicarles sobre mi experiencia con tres libros que tenemos en La valija. No son los más vendidos, pero nos empeñamos en tenerlos en nuestro catálogo y darlos a conocer, pues son libros maravillosos que, precisamente, nos permiten conversar con los niños sobre temas que no son siempre fáciles de tratar.

Cuando llegó a La valija Los mil años de Pepe Corcueña, de Toño Malpica, me preguntaba cómo una novela que trataba sobre el secuestro de un niño podría ser apta para lectores de once años. Mi esposo (más acostumbrado al concepto de que los temas son para todos) la leyó rápido y quedó maravillado por la destreza de Toño Malpica, así que cada vez que nos pedían sugerencias de novelas para chicos de esa edad me insistía en que la recomendáramos. Yo lo hacía sin convencimiento, hasta que por fin la leí. Es un libro que me dejó sin palabras: me hizo reflexionar por varios días sobre la bondad y la maldad, sobre la desigualdad y sobre la capacidad de cambio que tenemos los humanos. Efectivamente es un libro para niños, una obra que tiene la capacidad de abrir estos temas y motivar grandes conversaciones entre niños y adultos.

El último libro al que quiero referirme es ¿Por qué?, de Nikolai Popov, un libro-álbum que había visto recomendado para hablar sobre la guerra con niños. Sospecho que muchos papás nos hemos visto cuestionados a propósito de la guerra entre Rusia y Ucrania, y quizá nos preguntamos cuál es la mejor forma para abordar el tema con nuestros hijos. Pues bien, este libro explica qué es un guerra utilizando únicamente  imágenes de dos tipos de personajes (ranas y ratas). Cuando llegó a La valija, mis hijos lo leyeron, y yo,sentada a su lado, observándolos comprendí a través de sus ojos, por sus reacciones, el sinsentido de las guerras: cómo pueden originarse por situaciones simples y cómo la falta de diálogo puede llevarlas a tener consecuencias devastadoras. Observando esas páginas juntos mis hijos y yo pudimos hablar sobre los conflictos en casa, sobre cómo un problema que no sabemos resolver negociando puede terminar en un pleito grande, al igual que una guerra entre ratas y ranas.

Todos los días en el mundo suceden muchas cosas que no nos gustaría que pasaran, y por lo tanto queremos ocultarlas a los niños. A veces es posible; a veces ellos observan, escuchan y quieren entender. Entonces, la literatura nos ofrece una gran oportunidad para dialogar con los niños, reflexionar con ellos y así, juntos, aportar nuestro granito de arena para construir la sociedad que queremos.